31 de Julio de 2011
Fuente: Expansión.com
Teníamos que haber pinchado decididamente la burbuja inmobiliaria y lo hicimos tímidamente y eso ha pesado sobre nuestra economía. El candidato del PSOE a las elecciones que se celebrarán el próximo 20 de noviembre aseguró ayer en una entrevista en Rne que no piensa rendirse, a pesar de los malos augurios para su partido que vaticinan todas las encuestas. Yo no voy a renunciar, ni me voy a esconder, ni voy a decir que yo no he estado allí e intentar que la gente olvide que fui ministro de Zapatero. No tiene sentido. Ni lo voy a hacer, ni lo quiero hacer.
Sus propuestas para acabar con la generación perdida pasan por impulsar un nuevo contrato de formación: Rubalcaba pretende que el Estado facilite que las empresas contraten a jóvenes que trabajen por la mañana y que por la tarde vayan al instituto para completar su cualificación. También insistió en la idea de crear empleo juvenil imponiendo un impuesto a la banca, y dijo que cuenta con el apoyo de un gran banco.
El exvicepresidente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también quiso dejar claro su liderazgo, a pesar de que hasta después de los comicios el líder del Ejecutivo seguirá siendo secretario general del PSOE: En este momento estoy yo en el primer plano.
El candidato insistió en que el adelanto electoral fue una decisión final de José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, reconoció que el líder del Ejecutivo le consultó previamente. Yo soy muy respetuoso con las decisiones de cada cual, igual que soy muy respetuoso con el ámbito de mi competencia. Yo hablo las cosas que hago con Zapatero, pero al final decido yo, y él habla las cosas conmigo, pero al final decide él, apuntó.
Sin embargo, Rubalcaba remarcó que, a partir de ahora, él estará en primer plano y, por lo tanto, será el líder del PSOE, lo que supone una enorme responsabilidad. En esta línea, adelantó que, aunque no será el único responsable de elaborar las listas de cara a las elecciones, sí tendrá algunas palabras que decir durante su elaboración.
Por otro lado, ha avisado de que las próximas elecciones generales no serán un ungüento amarillo que solucione la crisis económica. En este sentido, dijo que deberá ser el nuevo Gobierno elegido el que tome decisiones que puedan provocar una salida de la actual situación que, según Rubalcaba, ya se ve ahí, muy lentamente, pero se está desperezando.
Puso como ejemplo a Portugal, un país que celebró elecciones recientemente en una situación dramática y que, a su juicio, después de los comicios, se encuentra en una situación mucho más dramática. Por cierto, con una derecha en el poder haciendo recortes a diestro y siniestro, remachó.
Rubalcaba ha reconocido que algunas cosas se hicieron bien y otras no tanto durante el mandato socialista, por lo que es necesario hacer autocrítica.