14 de Octubre de 2011
Fuente: elmundo.es
El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Baleares, José María Mir, ha asegurado que desde que comenzó la crisis económica en el año 2007 los precios de las viviendas de Baleares han descendido en un 20%.
En un comunicado remitido por esta asociación, Mir señala que en 2007 el mercado de la vivienda estaba sobrevalorado en un 30%, por lo que el actual descenso puede aumentar hasta que se alcance un «precio real».
De todos modos, el comportamiento de los precios no es el mismo en todas las zonas ni en todo tipo de viviendas y, de hecho, el descenso de los precios ha sido prácticamente inexistente en zonas como el casco antiguo de Palma o en Bendinat.
La bajada del IVA penaliza a los compradores de viviendas de usadas
Por el contrario, en la periferia de la capital balear se han llegado a registrar caídas de los precios de hasta un 40% respecto a 2007.
Otro asunto que ha influido mucho en esta disminución de precios ha sido la necesidad de los bancos de «dar salida» comercial a su ŽstockŽ de viviendas.
«Jugamos en desventaja ante ellos porque además de poder reducir precio, a la hora de conceder un crédito las condiciones que exigen son muy diferentes: para la venta de su ŽstockŽ conceden hasta un cien por cien del precio de la vivienda», ha apuntado Mir.
En cuanto a la bajada del IVA a un 4%por la compra de vivienda nueva, aunque la medida es bien acogida por los API, la consideran insuficiente porque impulsará las ventas pero también penalizará a los compradores de viviendas de segunda mano.
De ello saldrán «realmente favorecidas» las promotoras que no han podido vender sus inmuebles de nueva planta y las entidades financieras que son las que más han absorbido este tipo de viviendas», ha afirmado el presidente de los API.
A día de hoy, en su opinión, la mejor salida para una vivienda de segunda mano es el alquiler. Para ello, Mir recomienda que las personas que se planteen esta opción que se asesoren con un agente de la propiedad inmobiliaria pues dispondrán de la ayuda de un profesional colegiado que exigirá las máximas garantías a los posibles arrendatarios, mientras que los propietarios tendrán seguridad en el arrendamiento.