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26 de Mayo de 2016

Fuente: elpais.com

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Más de la mitad de las viviendas que se venden en la provincia de Alicante son adquiridas por extranjeros, frente a una media del 10% en España, y los británicos son con diferencia los primeros compradores. Eso hace que la provincia sea la más interesada en que los votantes de aquel país decidan mantener a su país dentro de la Unión Europea en el referéndum que tendrá lugar el próximo 23 de junio. Según Roberto Ruiz Scholtes, director de Estrategia de UBS Bank en España, se calcula que “el Brexit reduciría las ventas de viviendas a británicos entre un 10 y un 20%, con una caída del 2,5% en los ingresos turísticos”.

 El experto analista ha explicado esta mañana, en una conferencia sobre el mercado inmobiliario organizada por Ineca en la sede de la Universidad de Alicante en la ciudad, que la hipotética salida británica de la UE -que descartan las últimas encuestas- “causaría una recesión que podría reducir su PIB en unos tres puntos en dos años, además de una significativa depreciación de la libra” que tendría efectos “muy negativos” en Alicante, donde más el 21% de las compras de vivienda a cargo de extranjeros las realizaron ciudadanos de Gran Bretaña, muy por encima de franceses (un 8,7%), y alemanes (7,3%).

Jesualdo Ros, gerente de la patronal Provia, ha expresado en el transcurso de la charla posterior la preocupación añadida de los promotores alicantinos porque los incentivos del gobierno británico a la compra de vivienda en su propio país (el programa Help to buy) también afecten al mercado de segunda vivienda, y ha preguntado qué permitiría al mercado alicantino mantener su poder de atracción. Para Ruiz Scholtes, la costa alicantina une a sus playas y su clima “unas buenas infraestructuras, unos servicios sanitarios y una seguridad que la sitúan para el comprador de segunda residencia claramente por encima incluso de destinos como Italia o Croacia, no sólo de los del norte de África.

Para el analista de UBS, la gran dependencia del mercado extranjero que caracteriza al mercado inmobiliario alicantino tiende a incrementarse a causa de un crecimiento demográfico “que en España fue negativo en 2015 por primera vez en periodo de paz, pues se produjeron más defunciones que nacimientos” y que, salvo que las tasas de inmigración y nacimientos varíen sustancialmente, las previsiones no mejoran. Además, la media anual de creación de hogares en los próximos quince años será en Alicante de 813, con una tasa de variación en el número de hogares muy baja, por debajo del 1%, muy inferior a la media nacional, que superará el 5%, con Madrid y Andalucía concentrando cada una un tercio del total.

Todo ello explica que el mercado inmobiliario alicantino presente una doble cara. Por un lado, el stock de viviendas construidas “tardaría diez años en absorberse al ritmo actual”, dado que a finales de 2014 “había 44.500 viviendas sin vender y en 2015 sólo se vendieron 3.700 de ellas”. Lo cual indica un exceso de oferta que va a mantenerse para el mercado nacional, mientras el mercado extranjero requiere nuevas promociones, como muestran numerosos proyectos en marcha en todo el litoral. Respecto a los precios, a juicio de Ruiz Scholtes, pese a los descensos del 36% en la capital y del 43% en el conjunto de la provincia respecto a 2007, “la vivienda en Alicante no está ni mucho menos barata, si tenemos en cuenta que, en el mejor de los casos, la renta disponible ha descendido un 20% en el mismo periodo».

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